No cabe duda y resulta evidente que el núcleo central de nuestro proyecto son las tarjetas postales antiguas. No obstante y como eficaces complementos que pueden llegar a ser, el coleccionista sentirá curiosidad y atenderá casi con igual mimo otras variedades del papel impreso. A la hora de escribir sobre un tema determinado, o llegado el momento de montar una exposición, la información base se enriquecerá a través de otros documentos, se ganará en plasticidad en lo referente a las exhibiciones, y los conocimientos que se trasladarán a los lectores o espectadores serán más completos. Os pondremos unos ejemplos:

     Los “carrilets” gerundenses

     Cuando hemos expuesto en alguna ocasión material relativo a los antiguos trenes de via estrecha gerundenses, los recordados y entrañables “carrilets gironins”, las postales, tanto antiguas como modernas hasta el año 1969, cuando se clausurarían los dos últimos, el de Sant Feliu de Guíxols y el de Olot, se vieron acompañadas por acciones y obligaciones de dichas líneas ferroviarias, junto a las de Palamós y Banyoles. Además, adjuntamos billetes de tren, cuadros de itinerarios y horarios, recortes de prensa y fotografias de gran tamaño.

    Siguiendo con las comunicaciones o medios de transporte, en el campo de la navegación marítima las posibilidades son ricas y abundantes. Junto a las tarjetas de barcos (estos, a su vez, divididos en los subapartados de pasajeros o transatlánticos, de guerra o armadas, de pesca, veleros, deportivos, y un largo etc.), se pueden mostrar Conocimientos de embarque -espléndidos por sus cabeceras y escudos de las navieras-, pólizas de seguros Lloyd, libros de a bordo, menús, folletos turísticos, etc.

    Y para acabar el capítulo de los transportes, sólo dos líneas más dedicadas a los aviones. Estos pueden dividirse en: de pasajeros, líneas aéreas y aeropuertos; de guerra; Zeppelins y globos aerostáticos; supersónicos como el Concorde; Aeroespacial; palomas mensajeras, y otro etc.  referido a modalidades menos conocidas y ciertamente minoritarias.

    Si en postales pueden juntarse unas 300 temáticas, dicho así por encima, en papel antiguo y alusivo a aquellas ocurre lo mismo. Con imaginación, ganas y tiempo se pueden ir localizando piezas que tengan una correspondencia con el tema escogido. Arrancando desde el punto de partida, siempre hacia adelante, con la satisfacción de los hallazgos inesperados, y con el no menor aliciente o reto de la superación.

   En el terreno de la Filatelia y desde hace unos pocos años también vieron en esta práctica muchas oportunidades y la  posibilidad de ganar adeptos, hasta el punto de que en el tema de las exposiciones, de competición o no, se creó el apartado de “filatelia abierta”, en donde además de los sellos y efectos postales circulados se admiten otros artículos de coleccionismo relacionados. Todo junto, un sano entretenimiento, adquisición de conocimientos enciclopédicos, y conservación del patrimonio general.

   Xavier