Hablando de coleccionismo, el mundo del deporte y del olimpismo en particular ha generado de siempre una extraordinaria expectación, una ingente cantidad de material conmemorativo, y consiguientemente el florecimiento de muchos y buenos practicantes. Por otra parte, las emisiones filatélicas y numismáticas de las diferentes administraciones postales, han contribuido no solamente a la proyección del evento quatrienal de los Juegos, sino también a ayudar a su economia.
En una colección temática y enciclopédica no podía faltar este importante capítulo deportivo, espejo además del costumbrismo, de la tolerancia y de la universalidad de las relaciones humanas. El movimiento olímpico és el más claro ejemplo, como también lo son sin duda la Cruz Roja, la ONU, y otros organismos internacionales, de que el género humano no tendría que ser doblegado ni tiranizado por fronteras, banderas, religiones, razas, idiomas, y otros conceptos en demasiadas ocasiones por desgracia, discriminatorios y humillantes.
Estos dias con ocasión de los Juegos de London 2012 ya hemos venido publicando algún artículo centrándolo en este campo que nos ocupa, el del coleccionismo; y hemos recordado también que hace 20 años en Barcelona se celebró la que entonces fué considerada como la mejor edición de la época moderna. No quisiéramos cansaros con la relación del material de que disponemos, varios álbumes repletos de tarjetas postales, fotografias, Sobres Primer Dia, sellos y otros ecos relacionados con las Olimpiadas a través del papel impreso.
No obstante y como anécdota personal, sí añadiremos que pertenecemos a la Federación Internacional de Filatelia Olímpica -el miembro número 532, del año 1990-, que hemos escrito bastante sobre el tema durante varias décadas, y que sostuvimos una amigable correspondencia epistolar con Joan Antoni Samaranch cuando su estancia en Lausanne durante tantos años presidiendo el COI, y que a la postre se convertiría seguramente en el mejor dignatario de la organización desde su recuperación a finales del siglo XIX. Siguiendo con el barcelonés universal Sr. Samaranch, añadir que fué uno de los más destacados filatelistas, y además generoso en ceder contínuamente sus colecciones para ser exhibidas y disfrutadas por el gran público. Personajes eminentes del escaparate internacional fueron o siguen siendo asimismo grandes coleccionistas, como el Príncipe Rainiero de Mónaco, o la Reina Isabel II del Reino Unido, por citar algunos de los más conocidos y populares.
El Comité International Olimpique, con sede en el Château de Vidy, 1007 Lausanne (Suisse), creó hace ya bastantes años el Museo Olímpico, ubicado en el 18, Avenue Ruchonnet de la misma ciudad. El año 1994, el COI editó el primer volumen del libro conmemorativo del centenario de la institución, mientras que al cabo de dos años apareceria el segundo tomo. La misma institución auspició la citada anteriormente Federación de Filatelistas, FIPO, al tiempo que siempre ha prestado su colaboración a cuantas exposiciones o certámenes se han organizado, aqui y en todo el mundo. La sensibilidad por el coleccionismo, como se puede comprobar, no deja lugar a dudas por parte de tan destacada entidad mundial. Y no quisiéramos olvidarnos de su homóloga UEFO, Unión Española de Filatelia Olímpica, promovida y dirigida durante tantos años por el ya desaparecido y extraordinario filatelista, Sebastià Sabater, impùlsor entre tantos eventos de aquella gran Exposición Mundial de Filatelia Olímpica y Deportiva, “Olymphilex’92”, celebrada en la capital catalana durante los Juegos del mismo año.
Xavier