En el mundo de la filatelia a niveles superiores o elitistas, observamos a diario que no dan suficiente importancia, e incluso que llegan a despreciar las esencias, la razón de ser de esta afición de antiguo ocupando el número uno en todo el contexto internacional.

   El sello lo inventó el inglés Sir Rowland Hill (1795-1879) en 1840 para pagar previamente la correspondencia y evitar así muchos inconvenientes e impagos de la misma. El sello por consiguiente, a engancharlo en las cartas y que cumpla un servicio. Los ejemplares nuevos, guardados en cajones para su especulación, y por cierto que así les ha ido últimamente, con quiebras, estafas y demás ruinas.

   Carteros.- Otra figura emblemática y sin duda imprescindible en este mundo del sello de correos. Por desgracia y como decíamos antes que sucede con los efectos circulados, nos encontramos con algunos bien puristas y sabelotodo, que prácticamente les giran la espalda a los servidores públicos que nos entregan en mano las misivas.

   Carteros de los años 1840…

   Como homenaje a los carteros, venimos publicando en la revista El Eco Filatélico y Numismático unos reportajes en los que ofrecemos pincladas intemporales, combinando la historia con la actualidad, y añadiendo eso sí, ilustraciones que corresponden a épocas pretéritas, por aquello de aportar información gráfica y dar a conocer ejemplares en ocasiones raros, escasamente conocidos.

   Xavier