Por los escritos anteriores ya sabrán nuestros lectores que una de las temáticas que más nos entusiasman es la de la etnografia en general, y abarcando todo el orbe. Esta semana nos toca poner en orden cosas pendientes y clasificar nuevas entradas, y una subtemática que les queremos mostrar es la de los indios norteamericanos (USA, Canadá, y algo de México).
Somos unos fans de las antiguas películas de indios, y del Oeste en general, y siempre nos supo mal el trato que Hollywood dispensó históricamente a los indígenas, a los verdaderos norteamericanos, residentes y amos de aquellas tierras que padecerian uno de los mayores genocidios de la historia a manos de los “extranjeros” anglosajones, rubios, ojos azules y nariz diminuta. En poquísimas ocasiones el mundo del séptimo arte dejó de tratar a aquellas personas como “salvajes”, y salvo alguna y casi olvidada excepción, tendríamos que remontarnos a “Bailando con lobos” de Kevin Costner para poder por fin conocer algunas realidades, y ver cómo aquellos habitantes del extenso subcontinente norteamericano no eran tan alimañas a las que había que masacrar – y aquí vale recordar los guiones que exigia el gran actor John Wayne para sus peliculas, en las que lucia sin reparos su ideologia racista y destructora en este caso -.
Habría mucho que hablar, efectivamente, y cada uno podrá tener su opinión, del todo respetable. Nos centraremos, no obstante y para acabar, en mostrar estas postales que hemos escogido de los varios álbumes que tenemos sobre indios norteamericanos – quedando claro que americanos también lo son todas aquellas tribus, pueblos y paises que se extienden desde México hasta la Tierra del Fuego -.
Podemos ver dos jefes indios, en sendas tarjetas circuladas durante la primera década del siglo pasado (en USA y Canadá); dos ejemplares más que nos brindan conocer dos guapísimas féminas, en postales pintadas a mano; un pequeñín en su cunita típica; dos jefes más y posiblemente los más conocidos y mediáticos, Sitting Bull, o Toro Sentado (1834-1890) por parte de los sioux, y Geronimo, el chiricahua jefe de los apaches (1829-1909). Finalmente, de nuevo Sitting Bull, fotografiado el año 1880 por David F. Barry junto al no menos popular William F. Cody, más conocido por “Buffalo Bill”, cuando al final de su vida el jefe sioux actuaria con otras atracciones de feria o de circo, para deleite de los espectadores atraidos por tan pecualiares personajes.
Nos dá la tentación de enseñar más fotos y postales de este apartado concreto -pueden llegar al millar -, pero por ahora lo dejamos en este punto.
Xavier